Anna Fontquerni, gerente del SEM, en una fotografía de archivo
El Sistema de Emergencias Médicas (SEM) consiguió ayer abrir el sobre subjetivo del gran concurso de transporte sanitario de Cataluña, con 2.000 millones de euros en juego. Y ello no fue materia baladí, pues la patronal autonómica había impugnado la licitación en dos ocasiones en el pasado.
Guste o no, gane quien gane, el SEM, de forma callada y técnica, ha logrado conducir la licitación hasta su fase final: la valoración subjetiva y adjudicación final a la espera de los recursos administrativos y judiciales. Y no es materia menor, habida cuenta de los precedentes.
A diferencia de anteriores ocasiones, el SEM, que pilota la médico Anna Fontquerni, ha liderado un concurso público limpio. A diferencia del anterior, que ha quedado vinculado al caso 3% de presunta corrupción en Cataluña. Al tratarse de la mayor licitación del Govern en los últimos años, la empresa pública dependiente del Servicio Catalán de Salud (CatSalut) no lo ha tenido fácil.
Sin embargo, parece estar lográndolo. La doctora Fontquerni, sin aspavientos ni grandilocuencias, ha encarrilado el gran concurso público que quedó encabalgado entre el anterior Govern de ERC y el actual del PSC. Y lo hace de forma equitativa, lo que lo diferencia de la anterior cita.
El SEM prometió una adjudicación limpia y, por el momento, lo está consiguiendo. La economía lo celebra, pero también el contribuyente, que al final sostiene el servicio por la vía de los impuestos.
