ERC tiene voluntad de trabajar y orillar, al menos por una temporada, la funesta etapa del procés. En los últimos tiempos, a la espera de la elección del nuevo líder, el partido, ahora dividido, se ha mostrado pragmático. Y quiere seguir por esta senda.
Sin embargo, que una de sus "prioridades" sea la retirada por ley del monumento franquista de Tortosa dice mucho del camino en el que se encuentra ERC.
Hay muchísimos problemas, pero los republicanos se aferran a la ley de memoria democrática, con Ester Capella al frente, para mostrarse útiles ante su electorado y dar su versión de lo que ocurrió en los años de la dictadura franquista, 50 años después.
Capella (La Seu d'Urgell, 1963), abogada, socia de Òmnium Cultural y exconsellera de Justicia y de Territorio, espera ligar su nombre a esta ley, cuando las iniciativas que impulsó desde el Govern para asuntos de calado (como la regulación de los alquileres) no resultaron acertadas.