Montserrat Pascual (c), firmando un convenio con Sant Joan de Déu

Montserrat Pascual (c), firmando un convenio con Sant Joan de Déu Cedida

Examen a los protagonistas

Montserrat Pascual

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La Fundación Vila-Casas desempeña un excepcional trabajo en el cuidado del arte contemporáneo en Cataluña. Fundada por el celebrado empresario Antoni Vila-Casas, la entidad sin ánimo de lucro opera una red de museos de una calidad extraordinaria que son auténticos polos de cultura en Barcelona y Girona. 

Desde el fallecimiento del patrono y mecenas, y el polémico ascenso al frente del patronato de su viuda, Montserrat Pascual -que conllevó la salida de cuatro miembros del patronato-, Vila-Casas ha tratado de enderezar el rumbo. 

En la actualidad, está firmando convenios con proveedores sanitarios y asociaciones profesionales de facultativos para ahondar en su faceta sanitaria. Busca convertirse en socio confiable del sector de la salud, una industria en la que Cataluña es líder. 

El problema es que la Fundación llega casi 40 años tarde. Creada en 1986, ha tenido una discretísima presencia en el sector healthcare, pese a que sus objetivos fundacionales explicitaban que este era uno de sus campos de acción prioritarios. Y a pesar también de que el propio Vila-Casas procedía del sector farma: se graduó en esta especlalidad en 1956 y terminó fundando Prodesfarma, a la postre integrada en Almirall. 

Con el nuevo patronato en marcha, la asociación filantrópica busca recuperar el tiempo perdido en la industria del cuidado y asistencial. Algo muy loable, máxime si se tiene en cuenta que no están obligados. 

Pero Pascual y su equipo no pueden esconder la sensación de que viran el rumbo forzados por las circunstancias, y en ningún caso por convicción.