La municipalización del servicio del agua ha tenido un alto coste para la ciudadanía de Terrassa. Así se desprende de los datos del Observatorio de Servicios Urbanos (OSUR), según el cual las tarifas en esta localidad barcelonesa se han disparado un 42% desde que el servicio pasó a manos públicas.
La gestión de la empresa pública Taigua, que en 2018 tomó el relevo de Mina Pública -Aigües de Terrassa- no ha resultado al final beneficiosa para los bolsillos de los contribuyentes, sino más bien lo contrario.
Según OSUR, la municipalización ha supuesto un incremento del 56% en los gastos de personal y un aumento del 30% de la plantilla.
Además de eso, el Observatorio considera que el ayuntamiento actuó con “sesgo político” e inexactitudes al llevar a cabo la municipalización. Un tirón de orejas al consistorio sobre el cual el actual alcalde de Terrassa, Jordi Ballart -aunque lo es desde el año siguiente, 2019- debería tomar buena nota.