Ernest Urtasun
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El ministro de Cultura del Gobierno, Ernest Urtasun (Sumar), no ve reprobable ni digno de rechazo el mensaje de odio hispanófobo proferido por el pregonero de la fiesta mayor de Vilafranca del Penedès, el exdirigente de la CUP Otger Amatller, que culminó el ofensivo discurso que dio inicio a los festejos con el exabrupto "puta España".
El responsable de Cultura del Ejecutivo de Pedro Sánchez se lavó las manos al ser preguntado ayer sobre este deplorable episodio, asegurando que no tiene nada que decir "sobre las cosas que los ciudadanos gritan en ejercicio de su libertad de expresión".
"Cualquier ciudadano puede decir lo que quiera en la vía pública. Este es un país donde se ejerce la libertad de expresión", manifestó Urtasun ante los medios, evidenciando así el doble rasero de los dirigentes de su espacio político en función de quién profiere según qué mensajes insultantes.
Además de eso, el dirigente nacionalista también tuvo tiempo para reivindicar el concierto económico que piden los dirigentes de la Generalitat de Cataluña y de acusar a Madrid de "funcionar como una aspiradora de recursos del conjunto de los españoles". Mejor haría Urtasun ocupándose de sus bien remuneradas responsabilidades como ministro de Cultura, porque hasta ahora su gestión también está dejando mucho que desear.