Quim Torra
Quim Torra mantiene un perfil bajo desde que dejó la presidencia del Govern. Es cierto. Cuando ocupó el cargo, era un personaje incendiario, con muchos gestos y pulsos a las instituciones, pero ahora se mantiene en un segundo plano, en su oficina de expresident en Girona y con su sueldo cienmileurista. No necesita más.
Y eso es lo que pide a otros que, como él, fracasaron en su intento de llevar Cataluña a la independencia y que a punto estuvieron de llevarla al acantilado. En una conferencia en Prada de Conflent, el expresidente ha pedido a Carles Puigdemont y a Oriol Junqueras que dejen paso a caras nuevas, con fuerzas para llegar al objetivo anhelado.
Torra es, pese a todo, una de las primeras voces que se manifiestan en público en estos términos. Ha pedido una "reflexión" a quienes pretenden seguir viviendo del cuento de la independencia tras haber fracasado. Veremos si le hacen caso.