Imagen del CEO de la Copa América, Grant Dalton
Grant Dalton
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El pistoletazo de salida de la Copa América de vela ha superado las expectativas, especialmente por el hecho de que la elección de Barcelona se dio a conocer hace dos años. Pese a las dudas iniciales, la suma de esfuerzos entre el sector privado y la Administración pública, situación insólita en la Cataluña del procés, ha permitido llegar a este mes de agosto con todas las obras finalizadas o con un alto grado de ejecución. Un esfuerzo ratificado por el CEO de la competición, Grant Dalton.
“Celebrar la competición en Barcelona es una de las grandes decisiones que hemos tomado como organización”, apunta el marinero neozelandés. La Copa América generará un impacto económico de 1.200 millones y una audiencia potencial de 1.500 millones de personas en todo el mundo.
A la espera del desarrollo de toda la competición, hasta el mes de octubre, voces del ecosistema empresarial de Barcelona ponen encima de la mesa la posibilidad de incrementar los esfuerzos para mantener el evento en la ciudad. “Debemos seguir el camino del Mobile World Congress”, sostiene una voz autorizada.
En 2023, este medio destapó los movimientos en las clases dirigentes barcelonesas para convencer a Ernesto Bertarelli, patrón del Alinghi, de repetir la sede de Barcelona, en 2028, siempre que se alce con el trofeo.
