Jesús Encinar
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La gestora británica Cinven Fund ha pagado 2.900 millones para hacerse con el grupo Idealista, el agregador inmobiliario más conocido de España y sus filiales en Italia, los verticales de segunda mano YaEncontré o la proptech Inmovilla, entre otras. Se trata de una de las operaciones de mayor cuantía del sector y demuestra que la idea de Jesús Encinar, el fundador del negocio, no era sólo buena.
El empresario ya dio la campanada en 2015, cuando vendió la firma a un grupo de fondos capitaneados por Apax. Cinco años más tarde, en 2020, EQT se hizo con el control de la compañía en una operación que valoró a la empresa en más de 1.400 millones. Y pocos meses más tarde, los fondos Oakley y, de nuevo, Apax llamaron a la puerta de esta firma para entrar en el capital.
Idealista es una inversión deseada. Es un negocio que aporta rentabilidad, tiene un uso social demostrado y es replicable en otros mercados. De aquí que las cifras a las que llegan las transacciones que protagoniza sean cada vez más astronómicas. Pero la estimación de negocio es una pura especulación si, de verdad, no tiene detrás una actividad que lo sostenga. Y en la sociedad que creó Espinar esto existe.