Marc Calabia
Noticias relacionadas
Años después de la terrible pandemia del Covid-19 que sacudió a todo el planeta, sus efectos continúan aún visibles en la vida social y económica del país. El último referente ha sido el del ajuste de plantilla anunciado este martes por Pronovias, tras arrastrar una complicada situación desde aquellos angustiosos meses de estado de alarma y cese forzoso de los negocios, que tantos planes canceló y tantas decisiones de compra dejó en el limbo.
El imperio de la moda nupcial que forjó y con el que hizo fortuna la familia Palatchi se ha visto abocado a tramitar un expediente de regulación de empleo, que afecta principalmente a sus servicios centrales y a aproximadamente una cuarta parte de la plantilla.
Nunca es sencillo tomar este tipo de medidas y no cabe duda de que es loable haber tratado de resistir durante este tiempo sin necesidad de remedios traumáticos. Pero esto no oculta que otras compañías del sector sí han sido capaces de sortear estas circunstancias con alternativas que han tenido menos impacto para algo tan sensible como el empleo.
Y tampoco que, una vez que circunstancias como los casi 100 millones de euros de pérdida consignadas en el último ejercicio hacen inevitable el tijeretazo en la plantilla, lo suyo es que el proceso se lleve a cabo con la máxima transparencia posible. Y con la colaboración de los representantes de los trabajadores, a los que la decisión parece haber pillado por sorpresa. Algo que debería ser tenido en cuenta por el equipo que lidera el consejero delegado, Marc Calabia, es que las soluciones traumáticas requieren de procedimientos especialmente cuidadosos con las formas, con el fin de no hacer aún más doloroso el trámite.