Carles Puigdemont
Carles Puigdemont Casamajó (Amer, 1961) ha confirmado un secreto a voces: que con la amnistía que le ha concedido el Gobierno se presentará a las elecciones autonómicas del 12 de mayo. Y no tiene intención, en apariencia, de recular con respecto a lo que le llevó a su situación actual, fugado de la justicia en Bélgica: es decir, a seguir desafiando al Estado.
Así lo ha anunciado en Francia, y tras mucho tiempo en el que había hecho llegar a la opinión pública que en ningún caso tenía intención de ser candidato en Cataluña si se le perdonaban los delitos que cometió el 1-O, pues su idea primera era permanecer en Bruselas, como eurodiputado.
Sin embargo, un Puigdemont eufórico no sólo ha confirmado su intención de concurrir a los comicios catalanes, sino que ha sacado pecho de que el Estado no ha podido doblegarlo, por más que lo ha intentado.
En otras palabras: el prófugo ha sacado su artillería para mantener un discurso de confrontación y hostilidad, tanto con España -a la que sigue considerando un país ajeno-, con la Cataluña no nacionalista, e incluso con ERC, a la que no ha dudado en atacar durante su parlamento desde Elna. La "valentía" que ha mostrado desde Francia es la misma que le faltó cuando huyó en el maletero de un coche tras procramar la DUI.
La supuesta "concordia" que tanto esgrimen el presidente Pedro Sánchez, su partido y su Gobierno, para justificar la amnistía del procés continúa brillando por su total ausencia.