El macroconcurso de ambulancias de Cataluña ha encajado un duro revés del Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP). El ente obligará al Sistema de Emergencias Médicas (SEM) a rehacer la licitación, que es la más importante del mandato del president Pere Aragonès (ERC).
El SEM ha respondido que la mantendrá, incorporando las ampliaciones -como le llama- del TCCSP y reactivando el concurso. Pero la demora en el calendario activa la alerta naranja. Porque las ambulancias catalanas ya están empezando a caducar: llegan a los diez años.
Y, por mucho que el SEM defienda que la resolución del TCCSP es un aval a su concurso, no lo es. Se cuestiona el pliego económico y se retrotraen las actuaciones. Aflora mal diseño de la memoria económica, en línea con lo que denunció la patronal ACEA. Junto a importantísimos operadores como Falck o HTG, líder nacional.
La licitación se retomará en algún momento de este 2024, pero desde el sector ya se apunta a la responsabilidad política de Anna Fontquerni, gerente del SEM. Emergencias prometió un concurso impoluto y a la primera ocasión le han derribado los cálculos económicos.