El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán / EP
Ignacio Galán
Noticias relacionadas
Los compromisos de las grandes corporaciones con causas tan necesarias como la igualdad siempre son bienvenidos, pero en algunas ocasiones no pasan de voluntariosas intenciones. Por eso, resulta especialmente loable que Iberdrola lo haya plasmado en su última operación financiera que, además, supone la línea de crédito de mayor volumen obtenida de la banca en la historia de la energética.
Ya es habitual que las compañías liguen su financiación a compromisos ESG, mayoritariamente relacionados con cuestiones medioambientales y de lucha contra el cambio climático. Iberdrola ha ido un paso más allá al incluir el incremento del número de mujeres en puestos de responsabilidad. De cumplir esta meta, dependerá si los costes de la financiación se reducen o bien se amplían, en el caso de que no sea capaz de alcanzarla.
La compañía que preside Ignacio Galán ya introduce este factor entre los que determinan la retribución variable a cobrar por la alta dirección, los tan cotizados bonus. Es una apuesta más que firme para que determinados compromisos no se queden en meras palabras bonitas.
