La presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu, ha fracasado. La líder de la entidad secesionista quería aprovechar la manifestación de esta Diada para presionar a Junts y ERC para que no negociasen la investidura si no era a cambio de la independencia. Pero no le ha salido bien la jugada. Y es que tan sólo 115.000 personas, según la Guardia Urbana, han decidido lanzarse a las calles este lunes, una cifra muy inferior a la esperada y a la de años anteriores.
No cabe duda de que el movimiento independentista pierde fuelle incluso entre los más radicales, pese a que la ANC insista en vender que su apoyo es masivo inflando las cifras en 800.000 manifestantes.
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