Rafael del Pino Calvo-Sotelo

La bolsa es un mecanismo con escaso margen de error a la hora de evaluar gestiones y decisiones empresariales. En este sentido, la trayectoria de Ferrovial en el parquet desde que anunció su intención de trasladar la sede social a Países Bajos avala la medida. Los inversores no suelen apostar más de 2.500 millones de euros por un paso fallido. No obstante, el aval que el mercado otorga al presidente y primer ejecutivo de la compañía, Rafael del Pino, continúa condicionado por los motivos esgrimidos en su día para justificar la mudanza, entre los que se encontraba una supuesta falta de seguridad jurídica. Un aspecto que la propia empresa ha tratado posteriormente de matizar, lo que no deja de ser una señal de que no se trata del argumento más afortunado. Otro síntoma es la postura firme mantenida por otros referentes como Inditex, Iberdrola y ACS, que han descartado por completo seguir los pasos de la constructora.