Víctor Grifols Deu
Tras un periodo complicado, los inversores parecen haberle dado un voto de confianza a Grifols, especialmente a raíz de los cambios en su cúpula directiva, con vistas a encontrar una solución para corregir su excesivo apalancamiento. Además, las perspectivas de que las subidas de tipos de interés en EEUU y la eurozona que tanto daño le han hecho se vayan a moderar también han contribuido a generar viento de cola. No obstante, la compañía no debería dormirse en los laureles, toda vez que la actitud poco beligerante del mercado no va a ser eterna y menos si comprueba que no se articulan siquiera soluciones provisionales a corto plazo. Llega el tiempo de aprovechar la bola extra que proporciona la confianza en el nuevo presidente ejecutivo, jugarla bien y dar el primer paso. De lo contrario, los negros nubarrones volverán sobre los títulos de la farmacéutica.