Rafael Ribó
Fiel a los dirigentes del procés hasta el último día. Rafael Ribó, el defensor del pueblo de Cataluña, vuelve a erigirse en el principal aliado de los exmandatarios de la Generalitat que impulsaron el referéndum ilegal de secesión del 1-O y la posterior declaración unilateral de independencia del Parlament. Esta vez, cargando contra el Estado por no retirar las euroórdenes contra el expresidente Carles Puigdemont y sus exconsellers fugados de la justicia española.
Resulta, cuando menos, sorprendente que el todavía Síndic de Greuges --lleva casi 18 años en el cargo-- se permita acusar al Estado de desoír una resolución de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa que, según él, instaba a retirar esas euroórdenes. Máxime cuando, hace apenas un par de días, la Comisión Europea apoyó ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) la posición de España contra los motivos aducidos por Bélgica para rechazar esas euroórdenes, y advirtiera de que no cabe alegar una posible vulneración de derechos para no entregar al exconseller Lluís Puig. Sin embargo, Ribó no parece darse por aludido y sigue a lo suyo.