Àngels Bardají
La salud mental es una de las grandes carencias del sistema público, por lo que crear campañas que busquen romper los estigmas supone un gran avance hacia la normalización de estos problemas. Es el caso de No es mi culpa, una iniciativa de la asociación Obertament destinada a los jóvenes, uno de los colectivos más perjudicados psicológicamente por la pandemia.