Laura Borràs (JxCat) ha dado ya sobrados ejemplos de que ha puesto la institución que preside al servicio de su causa independentista. Olvida la neoconvergente que el Parlament que preside representa a todos los catalanes. No es su feudo. Pero en una vuelta de tuerca de esa instrumentalización de la Cámara, Borràs quiere impedir ahora que tanto los diputados separatistas como los que no comulgan con su causa secesionista vayan a trabajar.
Su radicalismo le ha llevado a proponer el cierre del Parlament hasta nueva orden, esto es, hasta que la Comisión del Estatuto de los Diputados decida qué hacer con la inhabilitación de Pau Juvillà, diputado de la CUP inhabilitado por desobediencia.