Ada Colau
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha convertido en el foco de todas las críticas por la mala gestión de los botellones tras las Fiestas de la Mercè y los actos vandálicos de los últimos tres días de celebración. Los disturbios han dejado ataques a la Guardia Urbana, un intento de asalto a una comisaría, destrozos y saqueos en la Fira de Barcelona y comercios, un centenar de heridos y varios apuñalados.
Colau pidió un refuerzo policial de Mossos d’Esquadra para la madrugada del domingo en plaza España, después que muchos agentes políticos e incluso el sindicato policial CSIF la acusaran de “permisividad con los botellones ilegales” y el descontrol del “terrorismo urbano”. No obstante, el dispositivo conjunto con los agentes de la Consejería de Interior no impidió que más de 30.000 personas siguieran destrozando la ciudad: el emblemático restaurante costero L’Escamarlà saqueado y robos indiscriminados a las tres de la madrugada en la playa de Bogatell. Las noches de la Mercè dejan innumerables peleas, lanzamiento de botellas a la policía y agresiones de diferente tipo. Barcelona se ha convertido en un polvorín y la alcaldesa ha enmudecido.