Carmen Cabezas
La consejería de Salud de la Generalitat ha hecho un esfuerzo titánico para que la inmensa mayoría de la población catalana esté inmunizada frente al coronavirus. Se debe reconocer tanto el trabajo realizado en planificar la vacunación masiva como el de todo el personal sanitario que han inoculado la única barrera fiable que existe en este momento contra el virus.
Con todo, aún existe un número destacable de catalanes --Foment del Treball calcula que es el 4% de la población en activo-- que ha decidido pasar de la vacuna. Se pueden realizar todas las campañas de sensibilización del mundo, pero ante la falta de medidas más contundentes (como el efecto que puede suponer la implantación del pasaporte Covid) se debe aceptar el contexto en el que se está. Lo que nunca debería permitir ni el departamento ni la Generalitat es que caduquen dosis. Hay demasiada gente en el mundo que espera recibir la barrera. Se debe ser más ágil en recolocarla.