Pablo Iglesias
La política española se ha convertido en la de los golpes de efecto, y Pablo Iglesias ha sido el último en romper el tablero. Deja el Gobierno e intentará que Podemos obtenga unos resultados decentes en las elecciones de la Comunidad de Madrid y convertirse en el frontón de Isabel Díaz Ayuso (PP), ya que algunas encuestas apuntaban que los resultados del partido morado serían peores incluso que las de Más Madrid de Íñigo Errejón. Pero el aún vicepresidente recae en algo que ya criticó a Salvador Illa, dejar por sorpresa el Gobierno para lanzarse a la carrera de las autonómicas. Además, yerra en la forma de mandar el mensaje, no se puede usar el despacho del ministerio para anunciar una decisión de partido. Errores, todos ellos, que se repiten en su currículum político.