Pau Relat
La presidencia de Fira de Barcelona implica tener un perfil institucional y transversal. Para asegurar la independencia que requiere el cargo, difícil en tiempos pasados, este organismo público-privado hilvanó un sistema de elección tan complejo como garantista. Implica poner de acuerdo a la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Cámara de Comercio local, cuestión que en tiempos pasados era muy difícil y que en la última renovación casi se hace imposible.
Finalmente el nombre del consejero delegado de MAT Holding, Pau Relat, consiguió superar todos los obstáculos. Nunca escondió ni su perfil nacionalista ni su proximidad con el independentismo, llegó a ser presidente de la patronal nacionalista Femcat. Pero siempre aseguró que sus opciones políticas eran para él solo y su trayectoria al frente de la multinacional catalana le avalaba.
Esta imagen que Relat cultivó durante años ha caído en saco roto con las escuchas que han salido a la luz en el marco de la operación Voloh. Su forma de interactuar con uno de los imputados, David Madí, y cómo se pone a disposición de unas determinadas siglas políticas son impropias de la institucionalidad que le requiere su cargo. Más, cuando lo utiliza para llamar a determinadas puertas. La imagen de neutralidad nunca debe ser solo sobre el papel. Ahora, el presidente de Fira de Barcelona tiene un problema.