Joan Font
Bon Preu no levanta cabeza en sus problemas en la gestión de personal. Si cerrar más allá de las 21 horas propició una denuncia sindical, ahora la negociación de un cuarto turno unido a la excesiva precariedad de las nuevas ofertas de trabajo temporales generan el malestar de la plantilla. Aunque los propietarios de la cadena de supermercados, los hermanos Font, están más centrados en su batalla accionarial que en la gestión de recursos humanos.