Martín Ferrer, el dueño de Amnesia Ibiza
Verano aciago para Martín Ferrer, historia viva de la noche española. No le sonríen las cosas al empresario catalán, natural de Sitges, que recientemente ha conocido que la sección octava de la Audiencia Provincial de Barcelona lo mantiene como investigado, en un nuevo revés judicial por la reconversión de las piscinas de Sant Adrià de Besòs en un negocio de su marca.
Ferrer alegó haber estado mal representado por su anterior equipo legal, cosa que no da "las debidas garantías" al procedimiento. No obstante, el incidente de nulidad que presentó ha naufragado y la causa Marina Besòs continuará con él como sospechoso de haber recibido un traje a medida, tras más de una década de instrucción.
En el estricto plano de los negocios, Amnesia Ibiza, el club que creó en 1974 y que ha sido descrito como el mejor del mundo, aún atraviesa su crisis. ¿El motivo? El crecimiento de la nueva macrodiscoteca Unvrs, de la familia Matute, que le ha arrebatado jaranas como elRow o la de Carl Cox. Aunque hay que reconocer que no todo es negativo, ya que el grupo se sostiene gracias al empuje de su otro club balear, la exitosa Cova Santa.