Guiño de Albiach a Colau con su ‘guerra’ preferida: el agua
Los comunes viven esta semana un momento clave para su partido. La formación es clave para facilitar la investidura y el primer gobierno en solitario que ERC asegura que está dispuesto a sacar adelante al romper con JxCat. La negociación para convertir a un Pere Aragonès presionado al máximo por el independentismo radical en presidente de la Generalitat está en marcha, pero parece que la líder del partido tiene otras prioridades.
Jéssica Albiach ha sacado tiempo para lanzarse en contra del modelo concesional de gestión de los servicios públicos. Lo hace con una de las obsesiones de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y uno de sus colaboradores más próximos, Eloi Badia: el agua. Y, de forma concreta, la empresa catalana que tiene mayor presencia en el territorio, Agbar.
¿Problemas en la gestión?
La líder de los comunes en el Parlament ha reclamado en redes sociales que la gente “plante cara” a la compañía y que llegue a los “tribunales” para “que haya una gestión pública del agua y garantizar que llegue a todo el mundo”, como si existiera un problema en Cataluña de abastecimiento del servicio a la población. La realidad que elude Albiach es que no es una preocupación en absoluto para el grueso de la ciudadanía; de hecho, es uno de los servicios mejora valorados de forma reiterada.
El discurso populista de los comunes en este capítulo es incongruente con la acción de este espacio político en, por ejemplo, la ciudad donde nació la política de Podemos: Valencia. Allí, Joan Ribó (Compromís) llega de forma reiterada a acuerdos con Aguas de Valencia con la que comparte la Empresa Mixta Valenciana de Aguas (EMIVASA) que gestiona el servicio en la capital del Turia. Es el mismo modelo que se aplica en Barcelona a nivel metropolitano, pero con otra aproximación política el modelo de gestión de los servicios públicos.
Conversación de la ‘Voloh’
De hecho, la empresa presidida por Eugeni Calabuig intentó hacerse con el negocio de Agbar en Cataluña tal y como quedó claro con las conversaciones filtradas en el marco del caso Voloh. En una conversación entre un alto directivo de esta compañía, Jesús Civera, y su responsable en el territorio, David Madí, se explica cómo Ribó ha mediado para conseguir una reunión de los valencianos y Badia para hacerse con la monitorización de las aguas residuales en búsqueda de Covid.
El encargo no prosperó, ya que el ejecutivo tildó de “subnormal” a Badia y pidió que el alcalde del Turia elevase la cuestión a Colau. Con todo, los comunes son inflexibles con su postulado de que la gestión directa de los funcionarios municipales siempre es mejor que una mixta o, directamente, concesionar el servicio.