CGT, contra Santi Vidal

Santi Vidal está en la diana de la CGT después de su primera resolución mediática tras su reingreso como juez en la Sala de lo Social número 27 de Barcelona. El magistrado ha sido el encargado de analizar las medidas cautelares urgentes que los trabajadores de una de las subcontratas que montan escenarios para Fira Barcelona, los riggers, solicitaban con el fin de paralizar la preparación del festival Sónar en el marco de su huelga.

En ella, el juez estrella del independentismo recuerda que la protesta laboral que ha iniciado la plantilla de UTE Riggin busca “obligar a un tercero, no a la propia empresa para la que trabajan, a incluir en el pliego de condiciones de la nueva licitación para 2020” las garantías de continuidad de sus empleos. Afirma que se trata de una “petición que obviamente excede el marco legal” de cualquier huelga. “Plantearla como una herramienta de presión exclusiva respecto a terceros se convierte en una extralimitación que no merece empara legal”.

Además, ha dado cobertura legal a Fira Barcelona en su decisión de contratar a un tercero para preparar la edición del Sónar que empieza este miércoles. Hecho que ha desatado la ira del sindicato.

“Estamos ante un gravísimo ataque concreto enmarcado en un contexto de ataques graves al derecho de huelga”, concluye el sindicato que ha promovido la movilización laboral. CGT acusa a Santi Vidal de ser un “neoliberal” y de favorecer a las élites. De hecho, le enmarca en las “fuerzas de la oligarquía, jueces y políticos” que trabajarían para “laminar la huelga hasta conseguir su utopía neoliberal: las huelgas puramente irrelevantes y puramente reprimidas”.

El sindicato pide que “toda la sociedad esté alerta” y que esté dispuesta a “participar en los actos de apoyo que sean necesarios” ante el conflicto laboral con los riggers que persiste “y los que vendrán”.

Vidal fue expulsado de la carrera judicial al ser imputado por la organización del referéndum ilegal del 1-O y se convirtió en un héroe del independentismo al redactar una suerte de constitución para Cataluña. Para CGT, su "neoliberalismo" es análogo al que se defiende desde CEOE.