Albert Sáez, ¿un cargo ocioso?
Los delegados sindicales de El Periódico de Catalunya se han adaptado al lenguaje y los modos que emplea la empresa cuando habla de personal ocioso para justificar sus planes de reducción de plantilla y la sustitución de “perfiles de papel” por otros “digitales”.
De esta forma, el comité de empresa ha elevado a los máximos responsables de la compañía una relación de cargos sin cometido aparente en el esquema actual del diario. Entre ellos Albert Sáez, antiguo director adjunto que desde hace unos meses es “adjunto al director” con la difusa misión de plantear “nuevos proyectos”.
Sáez, que en 2010 se anticipó a la caída del tripartito, dejó la presidencia de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA), donde representaba la sensibilidad de ERC, incorporó al diario del Grupo Zeta el mismo aroma ideológico. Ahora que la dirección ha prescindido de sus servicios se defiende de la imputación de inactividad de los sindicalistas asegurando que hace mucho trabajo, pero que es del que no se ve.
Antes de formar parte del staff directivo del buque insignia del Grupo Zeta, Sáez trabajó en los diarios El Observador, donde proveía la información religiosa, y Avui. También es tertuliano habitual de los medios de comunicación públicos de la Generalitat. A la par que ejercía durante un periodo como número dos de El Periódico, fuentes del colectivo laboral recuerdan que tuvo tiempo para publicar el libro El Periodisme després de Twitter.