El Barça de basket es sinónimo de irregularidad. De realizar una exhibición defensiva contra el Fenerbahçe en el Palau a dejar una imagen decepcionante contra la Virtus de Bolonia (86-81). El equipo de Joan Peñarroya esperaba cerrar su semana en la Euroliga con un triunfo que hiciera despejar la crisis, pero en cambio se fueron con una derrota ante el penúltimo de la clasificación.
Ni siquiera la soberbia actuación de Jabari Parker (21 puntos) y el mejor partido de Willy Hernangómez en la temporada (14 puntos) impidieron que el Barça se fuera de Italia con un trago amargo. Los problemas colectivos volvieron a ser grandes en el elenco de Peñarroya, pero la sentencia definitiva en Bolonia fue a partir de los dos errores individuales en los segundos finales: la pérdida de Kevin Punter y los pasos de Darío Brizuela.
Máxima igualdad
La Virtus de Bolonia castigó las dudas iniciales del Barça, especialmente en los rebotes defensivos y ofensivos. Ante Zizic, pívot croata, fue uno de los principales dolores de cabeza del equipo azulgrana en el primer tiempo. Ocho puntos y nueve rebotes fueron los que sumó en ese tramo del encuentro, donde el elenco italiano apenas logró dominar en el marcador (35-34).
Jabari Parker y Kevin Punter fueron los principales responsables de que el Barça no sufriera mucho más en la primera mitad del partido. Entre ambos impulsaron en términos ofensivos al equipo, especialmente un Jabari que llegó al descanso con 11 puntos anotados. Lo único negativo fue la poca eficacia desde la línea de triple.
Errores caros
El Barça de basket respondió un poco mejor en defensa a partir del descanso. Sin muchos alardes, el elenco azulgrana igualó el ritmo en puntos de su rival, sobre todo con un Willy Hernangómez que firmó sus mejores minutos en toda la temporada. No solo por su notable aportación anotadora, sino también en términos defensivos. Con esa aportación, los culés llegaron al último cuarto con la posibilidad de llevarse la victoria (65-65).
Joan Peñarroya da indicaciones a los jugadores en el partido contra la Virtus
Sin embargo, los errores individuales y colectivos volvieron a condenar al Barça. La pérdida de Kevin Punter y los pasos de Darío Brizuela sentenciaron al equipo culé en los segundos finales del compromiso. Las malas decisiones volvieron a pesar en un conjunto que todavía no sabe mostrar regularidad en la Euroliga. Esa es la gran tarea pendiente de Joan Peñarroya