El Real Madrid, como el Barça de basket, está en fase de construcción y algunas piezas no encajan bien. Chus Mateo sigue sin dar con la tecla para el buen funcionamiento de la máquina blanca. Serge Ibaka no funciona y Florentino Pérez, presidente madridista, ha dado luz verde a un fichaje sonado.
La distancia entre el Real Madrid y el Barça, en teoría, se ha reducido. La pasada temporada, el equipo blanco fue muy superior bajo los aros. En el curso actual, la contratación de Metu ha sido muy bien recibida en el Palau. En la capital, mientras, lloran la marcha de Yabusele.
Edy Tabares
Ibaka, su sustituto, no impone su ley bajo los aros. Más acertada ha sido la contratación de Garuba, pero Mateo quiere más intimidación en la pintura. Quiere otro jugador decisivo, más allá de Edy Tavares, a quien el club renovó el pasado verano.
El Madrid, de momento, funciona mejor en la Liga Endesa que en la Euroliga. En España, es segundo, con nueve victorias y dos derrotas, mientras que el Barça es octavo, con un balance de 6-5. En Europa, en cambio, el equipo de Mateo ha ganado siete partidos y ha perdido nueve. El Barça, en cambio, acumula nueve triunfos y siete derrotas.
En tiempos de dudas y urgencias, el Real Madrid busca un golpe de efecto con el fichaje de un jugador que intimide. El elegido es un ala-pívot brasileño de 2.06 metros y 29 años que, actualmente, juega en el Hapoel Tel Aviv: Bruno Cabocio.
Experiencia NBA
Cabocio quiere rescindir su contrato con el Hapoel. No está cómodo es Israel y espera que el Real Madrid llegue a un acuerdo con su club. La pasada temporada jugó en el Partizan, pero tiene una amplia experiencia en la NBA con los Raptors, los Kings, los Grizzlies y los Rockets.
El Barça, en cambio, no se plantea el fichaje de un jugador interior tras la lesión de Metu. El club solo activó la contratación de Raúl Neto para relevar a Laprovittola, de baja hasta la próxima temporada, pero el base brasileño se lesionó a los tres minutos de su debut ante el Real Madrid.