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El Barça es, con diferencia, el mejor equipo de balonmano de la historia. Suma 12 Champions y, año tras año, es uno de los máximos aspirantes a ganar el torneo más prestigioso de Europa. Incluso ahora, en tiempo de recortes, con jugadores como Gonzalo Pérez de Vargas y Emil Nielsen que ya preparan su salida. También se fue Ludo Fàbregas y el club no pudo fichar un relevo de garantías.

La marcha de Fàbregas al Veszprem fue un duro golpe para el Barça, que ya tiene un acuerdo con el pívot francés para que regrese al Palau a partir del 1 de julio. Los últimos veranos, sin embargo, el club se quedó con las ganas de fichar a Artsem Karalek, con quien el Barcelona tenía un acuerdo verbal.

La confesión del jugador

En el Barça daban por hecho el fichaje del pivote bielorruso del Kielce en verano de 2023. El club polaco, sin embargo, no quiso negociar su venta y se remitió a su cláusula de rescisión. En tiempo de recortes, el balonmano barcelonista no pudo contratar a un jugador con mucho carácter y determinante.

Karalek, contra el Barça X

Karalek acaba de reconocer que hubo negociaciones con el Barça: "Hubo conversaciones pero no es que estuviera ya cerrado. Hubo cosas concretas, pero nada decidido. Tampoco estaba en la misma situación que otros muchos jugadores cuyo sueño es jugar en el Barça. Para muchos es el club de sus sueños, no para mí, aunque respeto mucho su historia".

El regreso de Fàbregas

El problema es que el Barça ya se ha olvidado de Karalek y tiene atado el regreso de Fàbregas al Palau. El francés es, posiblemente, el mejor jugador del mundo y será la pieza angular del futuro proyecto barcelonista.

El presupuesto de la sección de balonmano de la próxima temporada podría oscilar entre los ocho y los nueve millones de euros, inferior al de los grandes equipos europeos como el Kiel y el PSG.

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