El 7 de octubre de 2010, el Barça de basket se coronó --de manera oficiosa-- como el campeón del mundo. Hace 14 años de la histórica cita entre el campeón de la Euroliga, el Barça, y el de la NBA, Los Angeles Lakers. Un duelo que tenía que ser amistoso, pero en el que acabaron saltando chispas. El equipo de Xavi Pascual se impuso a los angelinos (99-82) en un Palau Sant Jordi lleno hasta el palo de la bandera (17.000 espectadores).
El pabellón local se tiñó de oro y púrpura, por muchos que la mayoría animase al Barça. El equipo estadounidense estaba repleto de ídolos. El quinteto inicial de los Lakers estaba formado por Derek Fisher, Kobe Bryant, Ron Artest, Lamar Odom y Pau Gasol. Casi nada. El conjunto de California subestimó el talento de Juan Carlos Navarro y, sobre todo, Pete Mickeal, protagonista del partido por su pique con la mamba.
Kobe llegaba mermado. Había sido operado de la rodilla y solo había jugado 6 minutos en un amistoso previo contra los Minnesota Timberwolves. Aún así, Mickeal le exigió el máximo. Pete quería una revancha para el Barça, que perdió dos años antes contra los mismos Lakers (108-104).
Partido muy caliente
Se pitaron varias técnicas en ambos lados, por los consecutivos enfrentamientos de Mickeal con Artest y Bryant. El alero del Barça demostró que estaba hecho de otra pasta. Acabó el partido con unas estadísticas espectaculares: 26 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias. Bryant acabó con 15 puntos y Artest con 10.
Mickeal reveló el secreto de su excitación en el amistoso. En su página en el portal Hoopshype explicó cómo había sido el trash-talking con Kobe Bryant: "Kobe me dijo: 'Hey, este partido te puede llevar a la NBA', intentando ser un sabelotodo. Si realmente piensas eso, ponte el dinero en la boca y juega un uno contra uno".
Navarro acompañó a Mickeal en su misión. La bomba se marchó con 25 puntos en el casillero. Pese a la derrota, Artest se fue muy caliente del choque en el Sant Jordi. En rueda de prensa admitió no saber quién era el alero azulgrana: "Pete, who?", dijo. Mickeal contestó en su intervención. "No sé si ha visto mis estadísticas y las suyas y entonces sería yo el que podría decir: ¿Ron, quién?", replicó el mito del Palau Blaugrana. El Barça-Lakers nunca fue un amistoso.