El primer equipo del Barça y el filial han adquirido el sano hábito de nutrirse de las mejores promesas de la Masía. Pese a exprimir la cantera hasta la última gota, todavía quedan talentos con un brillante porvenir que se curten en las categorías inferiores. Es el caso de Arnau Pradas, un extremo zurdo de 18 años que se exhibe en el Juvenil A. Tanto es así que sus prestaciones habrían captado la atención del mismísimo Mikel Arteta, entrenador del Arsenal. 

Sin prisa, pero sin pausa, la progresión lineal de Pradas en can Barça ha alcanzado el último escalón. Al término de esta temporada 2024-25, el atacante oriundo de Manresa concluye contrato, dado que afronta su último año de etapa juvenil. Justo a tiempo, a las órdenes de Juliano Belletti, el canterano azulgrana ha alcanzado el punto de cocción en División de Honor y Youth League. De ahí que los gunners hayan asomado la cabeza para sacar partido de su situación contractual.

Calidad y desborde

Como mandan los cánones, Arnau Pradas goza de una pierna zurda prodigiosa. Aunque acostumbra a jugar en banda izquierda, este inicio de curso ha explotado a pierna cambiada en el carril derecho. Se trata de un extremo regateador que formó una sociedad letal con Lamine Yamal en el Cadete A. En su quinta de 2006 destacan otros talentos de la Masía como Héctor Fort, Marc Guiu, Pau Prim y Alexis Olmedo. En 2022 jugó 6 partidos con la selección española sub-16.

En este primer tramo de temporada, Pradas ha marcado un gol en tres encuentros de División de Honor y dos dianas en dos partidos de Youth League. La Damm --victoria 3-2-- sufrió el primer fogonazo del delantero partiendo desde banda derecha. Después de tirarle un caño al defensor en el lateral del área, sorprendió al portero con un tiro por el palo corto que se coló hasta el fondo de las mallas.

Eclosión europea

Durante la derrota por la mínima contra el Mónaco (4-3), Pradas aportó su granito de arena con el gol que abrió la lata. Un tanto que no fue casualidad, puesto que volvió a ver portería ante el Young Boys (4-2) en el último compromiso. El talentoso extremo dio la vuelta a la tortilla tras el gol inicial del conjunto suizo (2-1). Se adentró en el área con pierna izquierda, y tras perfilarse al estilo de Lamine, puso una rosca rasa pegada al palo, imposible para el portero.

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