El Barça de balonmano, después de una temporada histórica en la que ganaron la Liga y la Champions, se prepara para un mercado de verano tranquilo. La prioridad de los altos fue renovar a Carlos Ortega --objetivo cumplido-- para seguir liderando al equipo desde el banquillo y apenas se esperan retoques en una plantilla. En el corto plazo no hay urgencias en el club, pero sí que los hay en el largo plazo, teniendo en cuenta que cinco cracks corren peligro.

El principal objetivo de la dirigencia del Barça de balonmano es resolver la situación de cinco jugadores que terminan contrato el próximo año. En ese grupo destacan varios nombres de peso: Gonzalo Pérez de Vargas, Hampus Wanne, Melvyn Richardson, Thiagus Petrus y Aitor Ariño. Algunos están más cerca de renovar con la sección, mientras que otros empiezan a mirar el siguiente paso de su carrera lejos del equipo azulgrana.

La salida de los cracks

Entre todas las carpetas del Barça, la más avanzada de todas es la de Gonzalo Pérez de Vargas. El emblemático jugador azulgrana tiene asumida su salida en 2025 con destino al Kiel. Por esa razón, la cúpula ha trabajado en la búsqueda de un sustituto de nivel, como es el caso de Viktor Gisli Hallgrimsson, portero islandés que ha militado las últimas temporadas en el Nantes francés. Se espera que sea el gran refuerzo del próximo año.

Melvyn Richardson festeja un gol en la final de la Champions EFE

Los otros dos jugadores que también apuntan a marcharse el 30 de junio de 2025 son Hampus Wanne y Melvyn Richardson. El primero no tiene claro la opción de seguir con el Barça de balonmano, mientras que el segundo llegó a un acuerdo con el Wisla Plock de Xavi Sabaté para el curso 2025-26. Dos bajas de peso que debe solucionar la dirección deportiva.

Renovaciones en camino

Más probable son las renovaciones de Thiagus Petrus y Aitor Ariño, aunque cada uno con respectivas condiciones. El Barça quiere medir el rendimiento de Thiagus en la temporada 2024-25, mientras que la continuidad de Aitor es una de las grandes prioridades de la sección azulgrana.

Todas esas carpetas apuntan a resolverse en los próximos meses. A corto plazo, el Barça de balonmano no pretende hacer ningún movimiento que agite el mercado de verano, especialmente por la política de recortes de la directiva de Joan Laporta. La única novedad ha sido la incorporación de Juan Palomino, que vuelve a la disciplina culé para cubrir la baja de Haniel Langaro.

Noticias relacionadas