"Las cosas cambian en la vida. Pienso diferente a lo que pensaba antes", ha afirmado Sarunas Jasikevicius. De considerarse un "soldado del FC Barcelona" a no descartar entrenar en la capital española. "Siempre he tenido una relación de mucho respeto con el Real Madrid, con la gente que trabaja ahí, con los jefes... En la vida nunca se sabe", ha comentado el técnico en una entrevista para Movistar.
Piti Hurtado, periodista especializado en baloncesto, le plantea a Jasikevicius una situación hipotética: tener que escoger entre una oferta de un equipo NBA o del Real Madrid. Saras, directamente, responde entorno al equipo español y no descarta esta posibilidad, debido al gran "respeto" que tiene por el club blanco.
Cicatrices sin curar
Estas es la segunda declaración del entrenador lituano en las que muestra su insatisfacción por el trato recibido por el Barça. Después de ganar en el Palacio de los Deportes con su actual equipo, el Fenerbahçe, en rueda de prensa cargó contra Joan Laporta, Juan Carlos Navarro y compañía: "No es la pimera vez que salgo así del Barça. La decepción es enorme, sin duda. El trato malo sigue estos días contra mi familia".
Según algunas informaciones, la sección le ha retirado la capitanía a su hijo en un equipo de las categorías inferiores. Junto a su mujer, ellos siguen viviendo en la capital catalana. Muy molesta con esta situación, Saras prometió un día contarlo todo: "Hablaré claro, pero no quiero hacer más daño. Todos me preguntan por el Barça, pero hay que dejar esto atras. Lo dejamos de una manera mala".
La situación se repite
Navarro ejerció las órdenes de Laporta: ejecutar el plan de viabilidad. Y eso significó aplicar recortes. Rescindieron a Nikola Mirotic y, Jasikevicius, que iba a renovar, pidió algo más de dinero. Aunque iba a prolongar su vínculo con una cuantía menor a la que percibía antes, este hecho sentó muy mal al mánager general, que ya descartó su renovación, según algunas informaciones ya publicadas.
Está claro, por las declaraciones de Jasikevicius, que el técnico lituano está muy dolido. Sobre todo, con la gestión de Laporta y Navarro, con los que ya coincidió como jugador profesional.