Sarunas Jasikevicius asaltó el Palacio de los Deportes este jueves. El Fenerbahçe ganó al Real Madrid en su propia casa (79-89), donde recibía a un viejo conocido como es el exentrenador del FC Barcelona. El técnico lituano salió de malas maneras la temporada pasada de la institución de la capital catalana y, en la rueda de prensa postpartido, se ha acordado de aquella situación. Jasikevicius aún guarda un mal recuerdo sobre cómo se gestó su salida.
Tiene rencor y así lo ha mostrado ante los medios de comunicación. "La decepción con el Barça es enorme. Sin ninguna duda. Por el trato malo, que sigue ahora mismo", ha afirmado indignado el entrenador actual del conjunto otomano.
Jasikevicius, decepcionado
"Estos días el trato ha sido malo, sobre mi familia también. Un día hablaré claro. No quiero hacer más daño, la verdad", exclamó Jasikevicius. El antiguo entrenador culé defendía los colores del club a capa y espada. Ahora, un año después, él mismo se contiene para no despotricar contra la entidad presidida por Joan Laporta.
La sección, dirigida por Juan Carlos Navarro, según Jasikevicius, ha repetido un error que ya cometió en su día. Y el míster lituano arrastra esta frustración: "No es la primera vez que salgo así de Barcelona. Ganando y salgo así, así que no sé...".
Daño colateral
El verano pasado el Barça no renovó a Jasikevicius y rompió el contrato de Nikola Mirotic, ambos representados por Igor Crespo, reputado representante en el mundo del baloncesto. El club necesitaba ajustar salarios debido a la situación económica de la entidad. Tenía que pasar la tijera. El ala-pívot montenegrino rechazó todas las propuestas que le hizo el club, por lo que Juanky pensó que se ahorraría aún más dinero si se desvinculaba directamente al jugador.
Según algunas informaciones, Jasikevicius estaba dispuesta a bajarse el sueldo lo que fuera suficiente para ayudar al Barça, pero aprovechó la salida de su jugador franquicia para pedir un poco más de dinero. Este hecho no fue tolerado por Navarro y Laporta, que decidieron desprenderse, finalmente, de ambos. Ahora, la sección parece que vuelve a encauzar el rumbo, con un proyecto con identidad nacional y con mucho menos presupuesto, bajo las órdenes de Roger Grimau.