Joan Laporta, presidente del Barça, está dolido. Normal. Sus equipos acostumbran a salir malparados de sus duelos con el Real Madrid, ya sean de fútbol o de baloncesto. El pasado domingo, en Málaga, el equipo de Chus Mateo se impuso al Barça de basket en la final de la Copa del Rey.
El Madrid, actual campeón de Europa, venció al Barça, actual campeón de Liga. Una Liga que apenas celebró la plantilla barcelonista por el anuncio de Laporta de que recortaría gastos. Sarunas Jasikevicius no renovó y el presidente despidió a Mirotic y Higgins, con contrato en vigor.
Las pérdidas del curso pasado
El Barça prescindió de un técnico y dos jugadores por los que pagaba 18 millones de euros al año y recortó el presupuesto de la sección. El del curso actual es de unos 32 millones de euros. Las pérdidas del pasado ejercicio ascendieron a 56 millones, incluyendo los despidos.
El Real Madrid, en cambio, ha mantenido a sus mejores jugadores. Cerró el curso anterior con unas pérdidas de 28,3 millones y el presupuesto de esta temporada oscila los 45 millones de euros.
Las claves
Con un pabellón mayor, el Real Madrid ingresó unos 22 millones de euros anuales, mientras que el Barça obtiene unos 19 millones, a la espera de la construcción del nuevo Palau Blaugrana, con una capacidad de 15.000 espectadores, el doble que el actual.
La mayor estabilidad económica del Real Madrid tuvo continuidad en la pista. Campazzo fue el factor clave del triunfo madridista. El Barça, por otra parte, sigue sin tener un antídoto para frenar a Tavares y Poirier.