¿Desbandada en el Barça Femenino? Es un riesgo latente que Joan Laporta y los responsables de la sección, con el paso de los meses, deberán subsanar. Son varias las componentes de la plantilla que terminan contrato en junio de 2024, y que están pendientes de culminar las negociaciones con el club para saber si amplían o no la vinculación. Sea como sea, la fuga de talento es preocupante.
En apenas unos meses, el Barça Femenino ha perdido a su director deportivo --Markel Zubizarreta--, perderá al término de este curso a su entrenador --Jonatan Giráldez-- y podría quedarse también sin su mejor futbolista, Alexia Putellas.
Eso, sin contar que el pasado verano redujo su plantilla y que jugadoras como Geyse Ferreira y Laia Codina, tentadas por el dinero de Inglaterra, decidieron hacer las maletas. En lo que respecta a la dos veces Balón de Oro, podría provocar un efecto dominó en algunas de sus compañeras.
Renovaciones de urgencia en el Barça
Tanto si renueva como si no, Laporta se encuentra entre la espada y la pared. Si el FC Barcelona accede a su subida salarial, otras jugadoras pendientes de renovar como Mapi León, Mariona Caldentey, Oshoala, Sandra Paños, Lucy Bronze o Gemma Font también podrían pedir más dinero en sus negociaciones.
Todas ellas tienen fecha de caducidad hasta 2024, a no ser que renueven en cuestión de meses. Una situación de relativa urgencia que se da además con otras piezas clave que terminan contrato en 2025. El ejemplo más claro de todos es el de Aitana Bonmatí, que es la actual Balón de Oro y no dispone de un contrato largo en el equipo de sus amores.
Propuestas tentadoras del extranjero
Otras futbolistas básicas en el engranaje azulgrana, como Patri Guijarro, sí han renovado hace poco por más años. Su continuidad, por tanto, no preocupa. El caso es que si Alexia no renueva, al Barça se le escapará una culé con mayúsculas. Formada desde sus inicios en las categorías inferiores del club.
Eso podría ser el pistoletazo de salida para otras futbolistas que se encuentren en una situación parecida, siempre y cuando reciban propuestas tentadoras del extranjero. Poco a poco, Laporta ve cómo van soltándose piezas de lo que hasta ahora era un proyecto de presente y futuro.
Una máquina imparable de ganar títulos que, ahora, corre el riesgo de encasquillarse si empiezan a irse algunas de las jugadoras con más talento... A no ser que la junta directiva, en los próximos meses, consiga ponerle remedio.