Los partidos del Barça de basket en este inicio de temporada son como lanzar una moneda al aire. Este domingo, al equipo de Roger Grimau le tocó cara. Aunque tuvo que remar de lo lindo para remontar en el Palau Blaugrana frente a un combativo Morabanc Andorra (91-87), que permaneció por delante en el electrónico hasta bien entrado el tercer cuarto. Mucho acierto en el tiro lejano por parte de los del Principado.
Lapro, Willy y Abrines al rescate
Los 17 puntos de Nicolás Laprovittola, los dobles dígitos de Willy Hernangómez y los puntos de Satoransky, Abrines y Jokubaitis en momentos clave permitieron una remontada agónica. La peor noticia no fue la necesidad de remar a contracorriente frente a Morabanc en casa, sino la lesión de un Joel Parra que se torció el tobillo y se marchó a los vestuarios, a mitad del último cuarto, sin poder apoyar el pie izquierdo.
El FC Barcelona salió dormido en los dos primeros cuartos, y el flojo nivel defensivo de los de Grimau permitió a Morabanc marcharse hasta más de diez puntos por encima. A partir del tercer cuarto, tras la charla del entrenador en los vestuarios, las prestaciones defensivas del Barça mejoraron y el equipo salió más enchufado.
Sobre todo en el aspecto físico, de generar ayudas, asegurar el rebote e impedir tiros fáciles del rival. El ritmo anotador del Andorra empezó a bajar progresivamente, al tiempo que los culés ganaban confianza y acierto en ataque.
Al Barça le queda trabajo por delante
Partido importante para que el conjunto de Grimau siga ajustando mecánicas y adquiriendo química, a la vez que consigue resultados positivos. De momento, en temporada oficial las dos únicas derrotas que ha sufrido el combinado culé han sido en los dos clásicos contra el Real Madrid, el de Supercopa y el de Liga Endesa.
Tocará seguir mejorando para, poco a poco, exprimir el nivel máximo de una plantilla que ha sufrido muchos cambios en poco tiempo. De momento, triunfos agónicos como el de este domingo sirven para aportar una dosis extra de confianza.