El Real Madrid aprovecha el pinchazo del FC Barcelona en Balaídos para meter presión en la zona alta de la Liga. El equipo merengue no tuvo una tarde brillante en casa del CD Leganés, pero la aparición goleadora de Kylian Mbappé, Fede Valverde, Jude Bellingham fue más que suficiente para llevarse los tres puntos (0-3) y acercarse al cuadro azulgrana.
Con el triunfo en Butarque, el cuadro de Carlo Ancelotti llega a los 30 puntos en la Liga tras 13 partidos disputados. El Barça sigue en lo más alto de la competición local con 34 puntos con 14 jornadas, lo que implica que el Real Madrid tiene la posibilidad de quedarse a una sola unidad de igualar la punta.
Capitalizan el error
No fue un partido tan destacable del elenco madrileño. La creatividad de Arda Guler y Vinicius Júnior abrió algunas puertas para que el equipo hiciera daño en el área del Leganés, pero lo cierto es que no demostraron tener precisión en esas jugadas, sobre todo con un Marko Dmitrović que estuvo seguro bajo los tres palos.
El abrazo entre Guler, Vinicius y Mbappé en el partido en Butarque
Sin embargo, el error en salida de Adrià Altimira le dio vida al Real Madrid. El robo de balón permitió a Vinicius entrar con mucha facilidad al área y mandar un centro preciso para Mbappé, que solamente tuvo que empujar el esférico. Un tanto que permitió a los merengues respirar antes de llegar al descanso.
Sin sufrimiento
El Leganés, con la necesidad de remontar el marcador, apenas hizo pequeños esfuerzos en incomodar el arco de Thibaut Courtois. El Real Madrid no tuvo sobresaltos en el segundo tiempo, lo que permitió encarar con mayor facilidad el resto del partido. Fede Valverde se encargó de ampliar la ventaja con un potente disparo desde fuera del área que sorprendió a Dmitrović.
La euforia de Fede Valverde tras marcar un gol contra el Leganés
Ya con el encuentro totalmente descontrolado, el equipo de Carlo Ancelotti tuvo a su disposición varios contragolpes para sentenciar. Mbappé volvió a quedar ligeramente señalado por sus fallos ante el portero rival, pero el golpe definitivo llegó de un Jude Bellingham que logró aprovechar el rebote de un disparo previo de Guler.