La UEFA lo ha anunciado: Slavko Vincic (44 años) pitará la final de la Champions League. El Borussia Dortmund-Real Madrid, partido que se jugará en un templo para los barcelonistas, Wembley, puede acabar con los blancos levantando su decimoquinta orejona. El árbitro designado para la ocasión tendrá un papel decisivo. Los culés no le guardan un buen recuerdo.
El colegiado esloveno dirigirá la final de la Copa de Europa el día 1 de junio. Misma competición en la que el Barça salió perjudicado el año pasado por su arbitraje, en un partido de la fase de grupos frente al Inter de Milán. El conjunto italiano ganó por la mínima aquel encuentro en el Giuseppe Meazza (1-0).
La mano de Dumfries
Vincic fue el encargado de no señalar un penalti claro a favor del Barça, tras un centro desde el lateral del área. Quien aguardaba al remate era Ansu Fati. El 10 azulgrana no lograba conectar con el balón porque Denzel Dumfries despejaba el esférico con el brazo. Pese a contar con el VAR, el árbitro no pitó la pena máxima.
El Inter, la temporada pasada, alcanzó la final. Y tuvo un camino en la competición que, posiblemente, podía haber hecho el Barça. El equipo de Xavi Hernández quedó eliminado por el mal juego, pero también por los pésimos arbitrajes en escenario europeo.
Sin precedentes contra el Madrid
Slavko Vincic no ha arbitrado anteriormente una final de Champions League. Sí de Europa League, en el año 2021, entre el Eintracht de Frankfurt y el Glasgow Rangers. Tampoco ha dirigido un encuentro del Real Madrid. En cambio, ha estado involucrado en un partido del Borussia Dortmund: ha sido en la presente edición, en el Signal Iduna Park frente al Atlético de Madrid (4-2).
Vincic es colegiado internacional desde el año 2010. Ha sido seleccionado por el Comité de Árbitros de la UEFA. Slavko tiene un pasado oscuro. En 2020 fue detenido por la policía en Bosnia, por una presunta vinculación con una red de prostitución. Las fuerzas abrieron un local en el que hallaron a nueve mujeres, además de varias armas, y 14 paquetes de cocaína junto a 26 hombres. Vincic aceptó una invitación para comer en la instalación, pero fue absuelto tras negar su posible implicación en el caso.