Las dificultades ponen cuesta arriba la andadura del FC Barcelona en la Liga, a la par que en la Champions League. A las lesiones de futbolistas clave para Xavi Hernández, como Ronald Araujo y Jules Koundé, cabe añadir los fallos arbitrales. En la última semana, las erróneas decisiones de los árbitros en partidos del equipo azulgrana han complicado severamente los resultados contra el Inter de Milán, y más tarde, el Celta. La tensión crece en la entrada de una semana decisiva, con la vuelta frente al equipo italiano, y el Clásico ante el Real Madrid. Desde el Barça esperan no recibir más perjuicios. Para algo está el VAR.
Los despropósitos arbitrales empezaron el pasado 13 de septiembre, en el Bayern-Barça de Champions celebrado en el Allianz Arena. En el minuto 42, con el ritmo del partido en su punto álgido y el empate a cero en el marcador, Alphonso Davies hizo una zancadilla a Ousmane Dembelé. El extremo francés se adentraba en el área y cayó a causa de la entrada. Por su parte, el lateral canadiense ni siquiera alcanzó a tocar el balón, por lo que cometió un penalti manifiesto.
La parroquia barcelonista quedó perpleja ante la omisión de la jugada primero, por parte del colegiado principal, Danny Makkelie. Sin embargo, lo que causó más estupor fue el olvido del juez de línea, delante de la jugada y, sobre todo, del árbitro del VAR, Pol van Boekel.
Semana negra
Sin embargo, el Vía Crucis azulgrana no había hecho más que comenzar. Tras el parón de selecciones de septiembre, una retahíla de futbolistas lesionados abarrotaron la enfermería de la ciudad deportiva Joan Gamper. Frenkie de Jong, Memphis Depay, Jules Koundé, Ronald Araujo y Héctor Bellerín causaron baja. El central uruguayo, con una avulsión en el tendón del aductor largo del muslo derecho, no regresará hasta 2023. Por el momento, ha iniciado su período de recuperación una vez operado en Finlandia. Excepto Frenkie, el resto de fichajes lo tienen negro para volver a tiempo en los próximos compromisos vitales, contra Inter y Real Madrid.
En el terreno deportivo, el Barça ha sufrido varios escándalos arbitrales en el corto espacio de una semana. Por si esto fuera poco, el juego de los pupilos de Xavi Hernández tampoco ha convencido a pesar de mantenerse como líderes invictos en la Liga. Después de vencer al Mallorca en Son Moix pidiendo la hora (1-0), el Barça se complicó la vida en Champions con una derrota en Milán (1-0). La clarividencia en los metros finales brilló por su ausencia ante un Inter apelotonado en su propia área. Pero el equipo arbitral tampoco atinó con sus decisiones. Para más inri, Andreas Christensen se añadió a la plaga de lesionados en defensa.
Escándalo en Milán
Respecto a la actuación de los colegiados, pocas veces se han concatenado tantos errores durante un encuentro. Al menos, con la presencia de un asistente de vídeo, de nuevo el anteriormente mencionado Pol van Boekel. Durante la primera parte, el equipo arbitral sí que atinó al anular un gol de Joaquín Correa por fuera de juego.
No obstante, durante el segundo tiempo, el equipo arbitral, encabezado esta vez por el esloveno Slavko Vincic, encadenó varios errores contra el Barça. Primero, el VAR anuló un gol legal a Pedri en el minuto 67 por una mano involuntaria de Ansu Fati, que venía de un rebote. Tres minutos más tarde, le perdonaron la expulsión a Hakan Calhanoglu y saldaron con tarjeta amarilla un plantillazo del jugador turco a Busquets. El escándalo comenzaba a coger forma.
Para colmo, tanto el árbitro de campo como el asistente de videoarbitraje pasaron por alto unas manos clamorosas de Denzel Dumfries en el área durante el tiempo de descuento. Con una actuación arbitral justa, el equipo azulgrana no se vería en la obligación de vencer al Inter este miércoles.
Más leña al fuego frente al Celta
Después del despropósito arbitral en Milán, tanto el entrenador azulgrana, Xavi Hernández, como el presidente del club, Joan Laporta, estallaron de indignación. Sin embargo, el gafe con los colegiados sumó un último y preocupante capítulo en el último encuentro contra el Celta de Vigo. En esta ocasión, el trencilla José Luis Munuera Montero consideró una caída de Raphinha en el área como un piscinazo. El contacto con Javi Galán existió, pero el VAR volvió a desaparecer del mapa.
En lo que atañe al juego del Barça, el conjunto catalán se desinfló tras el descanso y sufrió para aguantar la victoria final (1-0). Ter Stegen y el palo se aliaron con el equipo azulgrana a modo de justicia divina para compensar la iniquidad sufrida en Milán. Xavi ya advirtió de su insatisfacción con los pocos méritos de sus futbolistas para llevarse la victoria.
Inter y Madrid preocupan
El liderato en la Liga durante dos jornadas consecutivas supone la mejor de las noticias para el barcelonismo. Resultados en mano, en la Champions el Barça sí que debe espabilar con prontitud. El Inter marca la segunda plaza de acceso a los octavos, tres puntos por encima del equipo catalán. Una victoria italiana, o incluso un empate dejaría muy comprometidas las aspiraciones del equipo azulgrana. Si bien el Barça todavía depende de sí mismo, no hay margen de error en la máxima competición europea.
También preocupa la proximidad con el duelo del próximo domingo, frente al Real Madrid. El Clásico en el Santiago Bernabéu definirá un liderato por ahora definido tan solo por la diferencia de goles. Xavi necesitará de la mejor versión de un Robert Lewandowski que atraviesa un pequeño bajón ofensivo en los dos últimos partidos ante Inter y Celta. Por su parte, el Carlo Ancelotti todavía desconoce si podrá contar con su guardameta titular, Thibaut Courtois.
Ricardo de Burgos Bengoetxea apunta a arbitrar la gran cita futbolística española. Con el colegiado bilbaíno, el equipo azulgrana ha vencido 16 partidos, ha empatado otro y ha perdido un último. Precisamente, esa derrota aconteció en la ida de la Supercopa de 2018, contra el Real Madrid (1-3). A pesar de los árbitros, y de las lesiones, el Barça tiene en su mano asentarse como equipo puntero de la Liga, y salvar el goal average particular con el Inter de Milán en la Champions. Ha llegado la hora de la verdad.