El Real Madrid impartió una cátedra defensiva en el Etihad Stadium. En una evidente inferioridad de nivel ofensivo para sacar el balón jugado y aguantar la posesión, los pupilos de Carlo Ancelotti optaron por refugiarse en el área. El Manchester City no cesó su acoso sobre la portería de Andriy Lunin, pero solo pudo empatar el gol inicial de Rodrygo Goes en 120 minutos (1-1). En cambio, el Barça se derrumbó ante el PSG tras la expulsión de Ronald Araujo.
Para aprender, la gesta estoica del bloque madridista. Lo cierto es que no tuvieron que hacer frente a una expulsión como sus homólogos catalanes y pudieron defender en igualdad de condiciones once contra once. Aun así, varios de los goles recibidos por el FC Barcelona vienen causados de fallos individuales en vez de la inferioridad numérica.
Abrumador dominio del City
Lo más insólito fue el pase del equipo merengue a las semifinales con unas estadísticas en contra tan contundentes --excepto el marcador--: la escuadra española no remató entre los tres palos desde el minuto 11 hasta el 120.
El City lanzó 9 veces a portería por las 3 del Madrid. En total, 33 remates de los sky blues y 8 del conjunto madridista. La diferencia abismal se apreció también entre las 46 llegadas inglesas al área rival y las 6 del Madrid y los 18 córners locales por 1 visitante. A pesar del dominio abrumador de los citizens, cayeron en la tanda de penaltis. El bloque merengue supo defender con uñas y dientes el único tanto de Rodrygo y concedió tan solo el empate a Kevin de Bruyne.
El Barça resistió 11 minutos
La estrategia defensiva del técnico Xavi Hernández para aguantar el resultado voló por los aires. En el minuto 29 del partido frente al conjunto de Luis Enrique, el FC Barcelona conservaba una renta de dos goles en el global de los cuartos de final de la Champions League (4-2). Sin embargo, la resistencia en torno al área con un hombre menos duró 11 minutos. Fue el tiempo que tardó el exazulgrana Ousmane Dembelé en perforar el arco de Ter Stegen con superioridad numérica.
A pesar de marcharse al descanso con el colchón de un gol a favor en el global (4-3) y el encuentro empatado (1-1), el PSG no tardó en darle la vuelta a la tortilla. Concretamente, en el minuto 54, Dembouz sirvió un córner en corto y Achraf Hakimi cedió el esférico para Vitinha. El centrocampista portugués, liberado en tres cuartos de campo, fusiló al guardameta alemán con un disparo raso (1-2) y empató la eliminatoria (4-4).
Buena prueba de la incapacidad de hacer frente al asedio parisino fueron el segundo y tercer gol encajados por el Barça. En la jugada relatada, nadie sale a tapar un posible disparo de Vitinha. El gran despropósito tuvo lugar en el minuto 59, cuando Joao Cancelo cometió un penalti innecesario sobre Dembelé, en el borde del área y de espaldas a portería. Kylian Mbappé no desaprovechó el regalo (1-3) y consumó la remontada (4-5). El mismo astro francés sentenció en el tramo final al contraataque (1-4).