El FC Barcelona necesita un break. El clásico del Santiago Bernabéu puede culminar la semana trágica azulgrana tras la eliminación en Champions League a manos del PSG. Por su parte, el Real Madrid obró el milagro en el Etihad Stadium y llegará a un duelo decisivo por la Liga con la moral por las nubes. En consecuencia, el técnico Xavi Hernández ha cambiado de planes. La sesión de entrenamiento matutino prevista para este jueves 18 de abril queda anulada.
Como explica el periodista Javier Miguel, colaborador de Culemanía, inicialmente, el staff encabezado por el entrenador de Terrassa no había previsto ningún día de descanso esta semana. La programación de dos partidos tan importantes en el calendario, PSG y Real Madrid, precisaban de un trabajo intensivo de preparación. Xavi había planeado entrenar toda la semana.
Ambiente "enrarecido"
Sin embargo, el último desastre de Montjuïc (1-4), precipitado por la expulsión temprana de Ronald Araujo precisa de un cambio de mentalidad. La misma información apunta que en el entrenamiento de recuperación posterior al encuentro, el cuerpo técnico percibió un ambiente "muy enrarecido y poco beneficioso para trabajar".
Lo cierto es que las declaraciones de Ilkay Gundogan señalando el error del central uruguayo no sentaron del todo bien en el vestuario. Jules Koundé respondió mediante una publicación de Instagram al volante alemán: "Por cierto, ganamos como equipo y perdemos también como equipo, siempre".
Día de desconexión
Ante ese panorama, Xavi y su staff han concedido un día de fiesta a los jugadores del primer equipo, en pro de hacer un reset a tiempo y volver a los entrenamientos con un cambio de chip. Tan solo el capitán Sergi Roberto, Pedri y Gavi, en recuperación de su grave lesión, han permanecido en la Ciutat Esportiva Joan Gamper. El clásico del Bernabéu es el último tren del Barça para aferrarse a la Liga. Si el cuadro barcelonista no se sube a tiempo, la temporada habrá terminado con un mes de antelación.
Solo existen posibilidades mínimas de remontar la desventaja de ocho puntos en competición doméstica con una victoria en el feudo madridista. A falta de siete jornadas, en Can Barça necesitan imponerse en el duelo directo por la primera plaza, y que los pupilos de Carlo Ancelotti empaten otros tres partidos, o bien empaten uno y pierdan otro. Lo que viene a ser prácticamente una quimera.