Hansi Flick obra el milagro con tres estrellas del Barça: de suplentes y señalados a piezas clave

El aterrizaje de Hansi Flick en el FC Barcelona sentó como agua de mayo a la afición culé. El barcelonismo venía hastiado con un proyecto de Xavi Hernández que no terminaba de arrancar, lastrado por el ruido del entorno. El director del área de fútbol, Deco, cogió el mando y agitó la preparación física con el fichaje de preparadores físicos y recuperadores para rodear al técnico alemán de los mejores profesionales. 

El cambio surtió efecto inmediatamente. El equipo volaba en la Liga y también en la Champions League, tras el primer traspié contra el Mónaco (2-1). Tres estrellas con un rol secundario a las órdenes de Xavi, o que ni siquiera contaban para el estratega catalán, dieron un paso adelante en una muestra de resiliencia y cambiaron el banquillo por el campo como nuevo hábitat.

De descarte a renovado

Éric García representa el caso más llamativo, ya que tuvo que hacer las maletas cedido rumbo al Girona FC en la temporada 2023-24. En la campaña 22-23, jugaba a la sombra de Jules Koundé, Andreas Christensen y Ronald Araujo en el eje de la zaga. El central de Martorell necesitaba una confianza que encontró en Montilivi con 31 titularidades en la Liga y una tercera posición histórica de los tozudos.

De vuelta a la Ciutat Esportiva Joan Gamper, la supremacía de la nueva pareja conformada por Pau Cubarsí e Iñigo Martínez todavía apeaba al canterano azulgrana del once. En aquel curso 24-25, Éric supo reinventarse como lateral derecho y pivote. Una polivalencia que le valió un papel importante para el tramo final y decisivo de la temporada. Meses más tarde, ha formalizado la renovación soñada hasta 2031, gracias a la confianza depositada por Flick en su trabajo y su progresión.

Éric García después de renovar con el Barça hasta 2031 FCB

"Me estaba costando jugar, pero el día del Benfica cambió toda la imagen. Tuve una conversación con el míster aquí, me dejó claro que me necesitaba en el equipo, y la verdad que fue una conversación muy importante para mí, que cambió el rumbo de la temporada", relató el defensor de 24 años en el acto de su extensión contractual, a pregunta de Culemanía. El descarte de 2023 se ha erigido dos años más tarde en el jugador más utilizado por el entrenador.

Mentalidad de tiburón

Ferran Torres encarna uno de los mejores ejemplos para los canteranos. El delantero valenciano llegó a Barcelona en enero de 2022 como la gran apuesta del mercado de fichajes invernal por 55 millones de euros. Al cabo de los meses, cierto sector del barcelonismo estaba convencido de que el Manchester City de Pep Guardiola había timado al Barça con dicha operación.

Ferran Torres celebra su 'hat-trick' en el Betis-Barça EFE

La ilusión degeneró en decepción, y el goleador de Foios no alcanzó las 10 dianas ni en la campaña 21-22 ni en la 22-23. Sin embargo, tras su ruptura con Sira Martínez, hija de Luis Enrique, Ferran se aisló de las redes sociales y se enfocó en el trabajo diario para revertir la situación. Dicho y hecho, en el curso 23-24 se ganó el sobrenombre de tiburón y alcanzó los dobles dígitos con 11 goles en 42 partidos. En la 24-25, mejoró su promedio, con 19 dianas y siete asistencias en 45 encuentros, y en esta 25-26 va camino de volver a superarse: 13 tantos y una asistencia en 20 encuentros; 11 dianas en 15 jornadas de Liga. En la carrera por el Pichichi, marcha segundo, a cuatro goles de Kylian Mbappé. 

De Arabia al Balón de Oro

Raphinha representa otra de las gratas sorpresas del barcelonismo, y la gran esperanza a la que se han aferrado todos los aficionados para que el equipo azulgrana remonte el vuelo en un inicio de temporada 25-26 titubeante. El extremo brasileño no terminaba de dar con la tecla de cara a la portería rival durante la etapa de Xavi, y estaba sumamente frustrado, porque el técnico catalán siempre lo relevaba sobre la hora de encuentro, independientemente de su rendimiento.

El cuarto capitán sopesaba aceptar una oferta mareante de Arabia Saudí en 2024, pero Flick lo disuadió nada más llegar: "Obviamente, pensamos en irnos del Barcelona. Pensé que quizá era el momento de irnos, pero luego hablamos con Flick, primero por teléfono y luego al principio de la pretemporada, y consiguió convencerme de que me quedara". El crack de la canarinha cambió los pitos por aplausos, y cosechó la friolera de 34 goles y 26 asistencias en la temporada 25-26 para terminar quinto en las votaciones del Balón de Oro. Para muchos, el mejor jugador del mundo del curso.