Victoria agridulce: el Barça arrolla al Barbastro bajo la seria mirada de Laporta
- Éric García, Robert Lewandowski (2) y Pablo Torre completan la goleada azulgrana en Copa, en una eliminatoria que contó con el debut de Toni Fernández
- Lo que faltaba: la afición del Barbastro se burla del Barça por la inscripción de Dani Olmo
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Xavi estaría escandalizado. El Barbastro usó todas sus armas. Entre ellas, dejar el césped alto, como un patatal. No hay algo peor para un Barça que siempre quiere progresar y circular rápido con el balón. En el Municipal de los Deportes, el campo era incómodo. El ambiente, tenso. Cantó la afición aragonesa "¿dónde está Dani Olmo, Dani Olmo dónde está?" y Laporta no tuvo tiempo ni de acudir a la comida de directivas, con la cabeza puesta en encontrar una solución para Olmo y Pau Víctor, que ni viajaron. En el palco, estuvo serio. El Barça de Flick fue todo lo contrario a Jan: resolutivo. El partido fue un monólogo de principio a fin. El equipo ni se despeinó (0-4) y se clasificó a octavos de la Copa del Rey.
Hansi, poco intimidado y desconocedor de las categorías más humildes del fútbol español, alineó a Szczesny, Araujo, Gerard Martín, De Jong, Éric y Pablo Torre. Todos poco habituales en el once. Lamine, aún lesionado, vio el partido desde casa. También Raphinha, merecedor de un descanso.
Letales por arriba
El Barça empezó cómodo y acabó cómodo. Circulaba lento, pero llegaba con facilidad. El juego aéreo se convirtió en el mejor aliado azulgrana. Araujo se imponía en todas las acciones. Tuvo una clara a escasos metros de la portería de Fabrega. Luego, con la testa, sirvió un pase magnífico para Éric, que la dirigió hasta la red. En el minuto 21, el Barça había hecho lo más difícil en un campo de Segunda RFEF: abrir la lata.
El equipo de Flick inclinaba el campo. Se imponía con balón y, sobre todo, físicamente. A la media hora, el Barça doblaba su ventaja. De nuevo, de cabeza. Un balón preciso de Pablo Torre fue el que remató Lewandowski. El remate, hacia abajo, cambió de dirección tras chocar en Arroyo.
Sin despeinarse
Ni una similitud hubo entre el partido del Barça el año pasado en Barbastro, que ganó por la mínima (2-3), y el actual. El equipo catalán se presentó muy serio al estadio Municipal. Tanto, que hasta Frenkie de Jong, siempre apático, cuajó un buen partido, lejos de Montjuïc, donde una parte de la afición le silba.
Al descanso, Flick sacó a su mejor jugador, Pedri. Entró Gavi, pero nada cambió. Pablo Torre, más fino que nunca, puso un balón muy preciso al espacio. Tocadito. Y Lewandowski, solo contra Fabrega, definió más suave aún. El killer polaco empieza el 2025, nunca mejor dicho, con el pie derecho.
Una sonrisa perdida
Solo alteró el partido un choque de cabezas entre Iñigo y Jaime, quien tuvo que ser atendido rápidamente por las asistencias. El Municipal de Barbastro quedó en completo silencio y después aplaudió a su futbolista. Aunque el Barça siguió implacable. Torre aprovechó un error de Fabrega, quien le dio un pase al centrocampista cántabro con la portería vacía.
⚽️ El cuarto de los culés llega con la firma de Pablo Torre, quien aprovecha un error del guardameta rival
— RFEF (@rfef) January 4, 2025
🆚 @UD_Barbastro - @FCBarcelona_es I 0-4 I 46'
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Flick cambió a Lewandowski, Iñigo y Koundé por Ansu, Sergi Domínguez y Cubarsí. No quitó ni a Araujo, ni a De Jong, necesitados de confianza tras volver de importantes lesiones. La única sustitución destacada fue la de Torre, ya que Hansi hizo debutar a una joya de 16 años, Toni Fernández. Sigue a Lamine Yamal como el más joven en la historia en disputar unos minutos con el Barça. Poco tardó en hacer notar su calidad. Con el partido solucionado, el foco se alejó del verde.
Más importancia tuvieron los planos repetidos de las cámaras de televisión hacia Laporta. Al presidente no se le vio apenas sonreír, cuando es su mueca más habitual. Preocupado estaba por Olmo y Víctor. Jan sabe que solo le queda una bala: la cautelar. Y se le vinieron las dos últimas resoluciones, negativas, a la cabeza, cuando el partido no daba para más.