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El Barça está desequilibrado. Por un lado, amenaza sin para con Lamine Yamal. En cambio, la otra banda está huérfana. Alejandro Balde ataca mejor en carrera y con espacios, no en estático, actuando como extremo. Por eso Deco intentó fichar a Nico Williams el pasado verano. No pudo hacerlo al no tener Fair Play y ahora se ha abierto una nueva posibilidad.

Se llama Marcus Rashford. A sus 27 años, el crack del Manchester United busca una salida. El nuevo técnico red devil no cuenta con él, sobre todo por el carácter y la vida personal del atacante. Talento tiene de sobra. Con contrato hasta 2028 y un valor de 55 millones, podría salir por algo menos del club mancuniano.

Rápido y desequilibrante

Ruben Amorim le dejó fuera de la convocatoria contra el Manchester City. Quedó sentenciado. Rashford lo asume. "Personalmente, estoy preparado para un nuevo reto y para dar los siguientes pasos en mi carrera", admitió el extremo inglés al periodista Henry Winter.

Marcus Rashford, jugador del Manchester United EFE

"Cuando me vaya, no habrá resentimientos. No voy a recibir ningún comentario negativo de mi parte sobre el Manchester United", agregó. "Siempre seré un red devil", aseguró Rashford. Su salida será un hecho, a pesar de que Amorim, de cara al público, explica que solo quiere ayudarlo.

Comentario a Lamine

Mientras todo esto sucede, Rashford se deja ver por redes. Y lo hace en fotografías de Lamine Yamal. En la última, en la que se ve al genio de Rocafonda presentando su Golden Boy al estadio de Montjuïc, respondió Marcus con un emoticono de fuego.

Comentario de Marcus Rashford en el Instagram de Lamine Yamal Captura de pantalla

Rashford se deja ver y se hace querer. Quedó muy decepcionado tras no poder jugar el partido contra el City y ahora alimenta los rumores de su salida con declaraciones y comentarios en Instagram.

En la temporada 2022-23, acabó con 30 goles y 9 asistencias. Es potente y puede jugar en las tres posiciones de ataque. El gran problema para firmarlo es que su salario es demasiado elevado y la economía del Barça no está para tirar cohetes.

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