El diagnóstico de un traumatólogo sobre la lesión de Lamine Yamal enciende las alarmas: “Es una imprudencia de los servicios médicos”

El FC Barcelona vuelve a perder a Lamine Yamal. El tobillo derecho le jugó una mala pasada de nuevo al ganador del Golden Boy en la última derrota contra el CD Leganés (0-1). Los vaticinios negativos que ya dieron los expertos a Culemanía en noviembre sobre su primera lesión en la zona afectada se han hecho realidad.

Aquella lesión de grado 1 en la sindesmosis del tobillo derecho solo requirió tres semanas de baja, un "tiempo de recuperación demasiado corto", según un traumatólogo consultado por Culemanía por aquel entonces. Esta vez, según el comunicado médico facilitado por el Barça, se trata de otra lesión de grado 1 del ligamento intertibio-peroneo. "Este ligamento forma parte de la sindesmosis, por lo que no se ha recuperado bien de la primera lesión", afirma el traumatólogo Miquel Llobet a Culemanía.

Error médico

Los constantes giros de tobillo del extremo de 17 años ya implican un alto riesgo, dado su estilo de juego gambeteador y desequilibrante. La desgracia tuvo lugar en el minuto 17 de la primera parte tras una dura entrada del centrocampista Yvan Neyou. El jugador rival tocó balón primero, y después pilló el pie derecho del delantero, que se quedó enganchado.

Si bien inicialmente hizo el gesto de pedir el cambio, la estrella precoz azulgrana no solo aguantó sobre el campo hasta el descanso en caliente, sino que volvió a saltar al terreno de juego hasta el minuto 75. Desde la mala caída, no pudo realizar sus clásicas cabalgadas con comodidad. Tampoco exhibió el golpeo de balón excepcional que acostumbra.

Un error de los servicios médicos que el doctor Llobet lamenta: "Si el médico sabía lo que había tenido y a la media parte lo explora y ve en la media parte el dolor, es el médico el que tiene que imponerse. Es una imprudencia de los servicios médicos sacarlo a jugar otra vez".

¿Cuándo volverá?

La presencia de la joya de la Masía en el próximo duelo de Liga contra el Atlético de Madrid quedadefinitivamente descartada. También se perderá el estreno en dieciseisavos de la Copa del Rey contra el Barbastro. El doctor Llobet considera que el plazo estimado de tres a cuatro semanas incluso podría quedarse corto y alargarse hasta el mes y medio.

Aun así, otras fuentes consultadas aseguran que llegará a tiempo para las semifinales de Supercopa de España ante el Athletic Club (8 de enero). Para ese entonces se habrán cumplido tres semanas de baja.

Lesión "puñetera"

El experto consultado cataloga la lesión en el ligamento intertibio-peroneo de "puñetera". El ligamento en cuestión pertenece a la sindesmosis tibioperonea, que sujeta la tibia y el peroné.

Como ya explicamos en Culemanía, para que la sindesmosis sufra una afectación, debe haberse dañado antes en la misma acción el ligamento lateral externo, dividido en tres fascículos: ligamento astragalino anterior (LPAA), peroneo calcáneo (LPC) y peroneo astragalino posterior (LPAP).

Ligamento lateral externo

Como se trata de un esguince de grado 1, solo se ha roto un tercio del ligamento y la tibia se separa. La conclusión que se puede extraer del comunicado médico es que la afectación se extienda al ligamento lateral externo, requisito para que la lesión alcance la sindesmosis.

Salvo en las excepciones de tobillos laxos. En esa casuística el joven futbolística padecería de un problema de inestabilidad crónica. Un diagnóstico improbable, puesto que los tobillos de Lamine realizan giros agresivos y bruscos en cada partido, y las entradas de los defensores son el pan de cada día del delantero, poco lesivo hasta la fecha.

Frenkie, mal ejemplo

La mala fortuna se cebó con el 19 del Barça contra el Leganés. Se trata de un lesión, en parte, fortuita. Ahora bien, como ya advirtió otro traumatólogo tras la dolencia sufrida en Champions League frente al Estrella Roja, aquellas tres semanas de recuperación no bastaban: "Es difícil que la estructura ligamentosa afectada haya cicatrizado lo suficiente".

Las prisas imperan cuando se trata del buque insignia del primer equipo. Sin embargo, en el mismo vestuario tiene un ejemplo de mala praxis, como también avisó el otro doctor consultado el anteriormente en noviembre: "En Frenkie de Jong tiene el mal ejemplo del vestuario de cómo podría terminar". 

Una mala praxis basada en forzar el tobillo prematuramente, que dejó en el dique seco al mediocentro neerlandés medio año. Tras tres lesiones en el mismo tobillo derecho, las molestias del pivote remitieron, pero en casos más extremos degeneran en un tobillo inestable y un paso por quirófano obligado. Cuiden de Lamine, la estrella que guía al Barça.