Hansi Flick pierde su idilio con la Liga: los errores del técnico alemán que sentencian al Barça
- El conjunto azulgrana acumula cinco pinchazos en sus últimos ocho partidos, todos sufridos en la competición doméstica
- Más información: el Barça da vida al Real Madrid: desastre injustificable contra el Leganés en Liga
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El Barça de Hansi Flick es un equipo que necesita reivindicarse. Empezó como un tiro en la Liga, cuando los jugadores querían despejar cualquier duda sobre su figura y demostrar que el problema estaba en el banquillo, con Xavi Hernández. Todos estaban concentrados al 100%. Ahora ya no.
Prueba de ello es que hay dos Barças distintos. Uno que sale como un avión en la Champions League, que lleva ganados cinco partidos seguidos, y otro que no juega con la misma implicación en la Liga. Flick siempre avisa en rueda de prensa. Hay que salir al 100% sea cual sea el rival. El entrenador no consigue mantener su motivación.
El Leganés, la prueba
La derrota injustificable contra el Leganés (0-1) lo ejemplificó a la perfección. Un descuido del Barça y, con un marcador en contra, el equipo tiene que ir a remolque. Tanto Marcus Sorg, asistente que ocupó el banquillo por la expulsión de Flick en el Villamarín, como Pedri, líder en el campo, pegaron un tirón de orejas a los compañeros.
"Los jugadores se tienen que acostumbrar a jugar al 100% cada tres días. Partidos como los de hoy son difíciles de aceptar", remarcó Sorg. "Empezamos el partido dormidos, nos han marcado ese gol. Luego hemos espabilado, pero no tuvimos la chispa. Tenemos que salir igual que en Champions", destacó Pedri.
Un once telegrafiado
La actitud del Barça debe mejorar. Está claro. Pero también desde el banquillo se pueden hacer cosas. Falta movimiento. Menear el árbol. Flick volvió a confiar en su once de gala, cuando, después de las buenas actuaciones de Ferran Torres y Fermín López en Dortmund, era el momento de apostar por ellos.
El Barça salió dormido. Esa chispa, esas ganas de reivindicarse, las pueden aportar aquellos jugadores que tienen menos minutos. Su intensidad puede ser contagiosa. Sino, los titulares, como Dani Olmo o Robert Lewandowski, pueden pensar que no tienen competencia.
Gestionar los cambios
Es importante dar protagonismo a todos los futbolistas para que estén todos enchufados. Los cambios parece que se dirigen desde el Excel. Lewy salió en el minuto 66 y el Barça se quedó sin su mejor delantero en el tramo más importante. Saliendo desde el banquillo, hubiese podido sumar y amenazar la muralla que plantó el Leganés.
Aquí radica otro de los problemas. Los equipos que no tienen capacidad para mirar a los ojos al Barça plantan un bloque muy bajo. Esto elimina una variante más en ataque. Una con la que los de Flick generan mucho daño: la transición. Tras el gol tempranero del conjunto pepinero, el partido se hizo muy cuesta arriba. Si no logras meter gol en las pocas acciones que tengas, estás sentenciado.
Montjuïc, muy frio
Esta es la estrategia que han seguido equipos como el Leganés, pero también Las Palmas. Hay una necesidad de reinventarse ante varios equipos que le han cogido la matrícula al Barça. Hacer un cero de seis en las dos últimas jornadas como local es inaceptable.
Además, el Barça no tiene el empuje de la afición. Sin la Grada d'Animació, que no entrará hasta que pague los 21.000 euros por multas de la pasada temporada, Montjuïc es un estadio muy frío. Sin su aliento, es más difícil. Lo dice la plantilla. "Claro que se echa de menos a la Grada d'Animació, y más en días como hoy. El equipo necesita ánimo y no estamos contentos con su ausencia", sentenció Sorg.
El Barça tiene varias cosas a mejorar. Por suerte, puede detectarlas en el mes de diciembre. Cinco pinchazos, todos en Liga, en los últimos ocho partidos son un gran aviso. Hansi Flick está a tiempo de cambiar la dinámica.