Publicada

Hoy, el Barça es el equipo más en forma del mundo. Aspira a ganarlo todo, líder de la Liga y al alza en la Champions League. La temporada pasada, en cambio, fue una tortura que terminó sin un solo titulo. Todo ha cambiado en un par de meses, pese a que la plantilla sigue siendo la misma --a excepción de Dani Olmo--. La explicación es sencilla. El hombre detrás de la transformación del Barça no es otro que Hansi Flick, un técnico que estuvo a punto de volver al Bayern de Múnich antes de fichar por el club azulgrana.

El pasado 29 de mayo, la institución azulgrana hacía oficial el fichaje de Hans-Dieter Flick tras un tiempo en el paro por culpa de la eliminación prematura de Alemania en el Mundial de Qatar y los resultados de la Mannschaft en los meses posteriores. Antes, lo había ganado todo con el Bayern. En la época del coronavirus, Flick creó una verdadera apisonadora. Mientras los otros equipos descansaban, el técnico organizó una minipretemporada. A final de año, igualaron al Barça como único equipo con un sextete. Max Eberl, director deportivo del gigante de Baviera, pensó en Flick para sustituir a Thomas Tuchel, que tenía fecha de caducidad: 30 de junio.

Conversaciones con el Bayern

La situación era calcada en Barcelona porque Xavi Hernández no estaba sacando partido al equipo y la plantilla no entendía al entrenador catalán. Y el run, run se instaló en la cúpula del club respecto a la figura del míster, por lo que Xavi, después de perder contra el Villarreal en Montjuïc (3-5), decidió dimitir en diferido. Pini Zahavi, representante de Flick, fue moviendo al técnico alemán. Insistió al presidente Joan Laporta, amigo del intermediario, en la contratación de su cliente. Jan ya había tanteado a Flick en 2021, cuando empezó su segundo mandato.

A pesar de las presiones por parte de Zahavi y de una parte de la dirección deportiva del Barça, Laporta no perdía la esperanza de seguir con Xavi un año más. Mientras tanto, el Bayern seguía buscando entrenador y se reunió con Zahavi y Flick en más de una ocasión, según ha podido confirmar Culemanía. Las conversaciones no carburaron y no fueron más allá, tal y como aseguran fuentes cercanas a Flick a este medio.

La paciencia de Hansi

Flick esperó al Barça. Pero la información confirma que la historia podría haber sido totalmente diferente. Porque Xavi realmente no quiso irse. Se tiró un farol con la dimisión en diferido y, tras una cena en casa del presidente --la conocida noche del sushi--, Laporta, inmerso en un mar de emociones, ratificó al míster egarense.

Xavi y Rafa Yuste salen de la casa de Joan Laporta EFE

Xavi, a día de hoy, seguiría siendo el entrenador del Barça si no hubiese cometido un craso error. Laporta sabe cómo tratar al aficionado y venderle ilusión. Todo lo contrario hizo Xavi después de anunciar que cumpliría su contrato hasta 2025 al público general.

"Vamos a intentar competir contra el Real Madrid. Pienso que el culé, el barcelonista, el aficionado, el socio, debe entender que la situación es muy difícil, la situación es complicada sobre todo a nivel económico para competir con los máximos competidores tanto en España como en Europa", reflexionó Xavi en mayo. Laporta se mosqueó. Consideró que lo que el técnico le había explicado en su ático era completamente diferente.

Volantazo salvador

Días después de estas declaraciones, Deco y Bojan cogían un avión rumbo a Londres para reunirse con Flick. Y salieron tan convencidos de la charla que la decisión de contratarlo fue una cuestión de segundos. Xavi pecó de sincero y lo pagó muy caro.

El Barça de Flick festeja la goleada al Real Madrid en el vestuario del Bernabéu FCB

Desde entonces, no existe relación con el presidente, que salió vencedor de la jugada. El Barça ha culminado una semana de ensueño, tras apabullar al mismo Bayern que quiso fichar a Flick y se quedó con Vincent Kompany y al Real Madrid de Los Galácticos 2.0.

La sucesión de unos hechos surrealistas estuvo a punto de terminar con Flick en el Bayern.

Noticias relacionadas