Hansi Flick vive sus mejores días en Barcelona. Es un tipo cercano, pero muy exigente. Y, ahora, feliz. En el clásico, disfrutó como un enano (0-4). Hasta el punto de dar una voltereta hacia atrás tras una ocasión fallada del Barça. Atrás ha quedado su faceta de entrenador serio e impasible, la que desarrolló en el Bayern de Múnich.
El técnico alemán sabe que ahora está a los mandos de un equipo joven, con muchos adolescentes formados en la Masía, a los que abraza constantemente y cuida casi como un padre. Flick ha cumplido un sueño al fichar por el Barça y está trabajando con todo su empeño en hacer que el equipo funcione. Es la pieza más importante del engranaje, el que ha cambiado la cara a un club entristecido tras un año en blanco con Xavi Hernández.
Hansi Flick da una voltereta en el clásico
La adaptación de Flick a la capital catalana se está dando en tiempo récord. No solo como trabajador del Barcelona, sino también como habitante de un país menos frío y más temperamental que Alemania. Hansi disfruta y, lo más importante, hace disfrutar a todos los culés.
Indignó a Ancelotti
Flick saltó, vibró, con cada gol del Barça, junto a todo su cuerpo técnico y los jugadores del banquillo. Sacó la rabia de todo el madridismo. Uno de los más afectados, Carlo Ancelotti, que le recriminó al técnico teutón un gesto de un miembro del staff.
Hansi Flick, impasible incluso en una goleada como la del 2-8
Y es que el Barça arrolló al Madrid en su propio campo. La goleada desató la euforia de todos y llevó a algunas a invadir el área técnica del banquillo rival. Flick vive sus mejores días como técnico azulgrana. Se ha erigido como el mejor fichaje de la temporada. El Barça juega de manera atractiva, valiente y al ataque. Va de goleada en goleada.